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Menopausia y mal sueño
Una buena noche de sueño es esencial para nuestro bienestar. Sin embargo, muchos de nosotros luchamos con problemas de sueño, que van desde dificultades para conciliar el sueño hasta despertarnos frecuentemente durante la noche. Es una de las razones más comunes para comenzar a usar nuestras cremas. A menudo, un desequilibrio hormonal es la raíz de un mal sueño. Sin embargo, este problema es más complejo de lo que podría parecer, ya que varias hormonas, como la insulina y el cortisol, así como la progesterona y el estrógeno, pueden jugar un papel importante.
Insulina y Sueño
La insulina es una hormona que ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre. Cuando comes algo, tu azúcar en sangre aumenta y tu cuerpo produce insulina para bajar el azúcar en sangre y llevar nutrientes a tus células. Las fluctuaciones en tu azúcar en sangre a lo largo del día son normales, pero oscilaciones demasiado grandes pueden afectar gravemente tu sueño. Un alto consumo de azúcar o carbohidratos justo antes de acostarse puede provocar un aumento en tu azúcar en sangre, seguido de una rápida caída (hipoglucemia). Esto puede hacer que te despiertes durante la noche y tengas dificultad para volver a dormir, o que duermas muy superficialmente. En la mayoría de los casos, te sentirás bastante cansado al día siguiente.
Consejos para equilibrar tu insulina y mejorar el sueño:
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Evita comidas pesadas y bocadillos azucarados justo antes de acostarte. También evítalos durante el día si tienes problemas para dormir. Picos elevados de azúcar en sangre durante el día pueden provocar niveles inestables de azúcar durante la noche. Consume azúcar solo como parte de una comida y no con el estómago vacío (esto incluye la fruta).
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Opta por un bocadillo ligero y rico en proteínas si quieres comer algo antes de acostarte.
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No comas con demasiada frecuencia. Cada vez que comes, tu páncreas debe trabajar para producir insulina. Si has estado comiendo casi todo el día durante años, podrías desarrollar resistencia a la insulina. Tu cuerpo produce insulina, pero ya no puede llegar a tus células. Tu cuerpo comienza a producir más insulina sin efecto. La mayor parte de lo que comes se almacena como grasa y es un precursor de la diabetes tipo 2.
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Toma Berberina durante un tiempo para ayudar a que tu azúcar en sangre se mantenga saludable.
Cortisol y su Influencia en el Sueño
El cortisol es conocido como la hormona del estrés. Normalmente, el nivel de cortisol es más alto por la mañana y disminuye hacia la noche, preparándote para dormir. Sin embargo, el estrés crónico puede llevar a niveles elevados de cortisol, lo que puede alterar tu patrón de sueño. Las personas con niveles altos de cortisol a menudo se despiertan entre la 1 y las 3 a.m.
Consejos para reducir tus niveles de cortisol y mejorar el sueño:
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Crea una rutina relajante para acostarte, como tomar un baño caliente o meditar.
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Limita tu exposición a la luz azul de las pantallas antes de acostarte. A menudo se subestima el impacto de pasar la noche en el teléfono, tableta o computadora en tu sueño. Alternativamente, compra gafas especiales.
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Toma levadura nutricional antes de dormir (y durante el día si es necesario). Esta es la forma más absorbible de vitamina B1 y calma inmediatamente el sistema nervioso.
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¿Hay algo que puedas hacer respecto al estrés en tu vida? ¿Hay decisiones que se puedan tomar? Intenta reducir las situaciones y pensamientos estresantes mediante técnicas como el mindfulness o el yoga.
Cambios Hormonales Durante la Menopausia y el Sueño
La menopausia trae cambios hormonales significativos, especialmente en los niveles de progesterona y estrógeno. Estos cambios pueden afectar considerablemente tu sueño.
Progesterona y Sueño:
La progesterona es conocida por su efecto calmante en el cuerpo. También influye en la calidad del sueño. Actúa como un ansiolítico natural, lo que significa que puede reducir la ansiedad y promover la relajación. Esto facilita conciliar el sueño y experimentar un sueño profundo y reparador. Sin embargo, durante la menopausia, los niveles de progesterona disminuyen. Esto puede contribuir a problemas de sueño, como dificultad para conciliar el sueño, despertares frecuentes durante la noche o una sensación de inquietud durante el sueño. Estos cambios hormonales pueden llevar a una disminución de la calidad del sueño y fatiga general durante el día. También se ha demostrado que una disminución de la progesterona puede estar asociada con una mayor incidencia de apnea del sueño, una condición en la que la respiración se detiene y comienza repetidamente durante el sueño.
Estrógeno y Sueño
El estrógeno también afecta el sueño. Esta hormona juega un papel en la regulación del ciclo del sueño y ayuda a mantener una temperatura corporal estable. Durante la menopausia, los niveles de estrógeno disminuyen, lo que puede resultar en sofocos y sudores nocturnos. Estos síntomas pueden interrumpir el sueño al hacer que el entorno para dormir sea menos cómodo, lo que lleva a despertares frecuentes y dificultad para volver a dormir. Incluso si ya no tienes sofocos, un nivel bajo de estrógeno puede reducir la calidad del sueño. Además de los síntomas físicos, una disminución de estrógeno también puede llevar a efectos psicológicos como cambios de humor, ansiedad y depresión. Estos factores pueden afectar indirectamente el sueño al dificultar la relajación y el sueño. Además, se ha demostrado que el estrógeno influye en la producción de serotonina, un neurotransmisor involucrado en la regulación del sueño y el estado de ánimo. Los niveles bajos de serotonina pueden contribuir a problemas de sueño y a un mayor riesgo de depresión durante la menopausia.
Cómo Optimizar el Equilibrio Hormonal:
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Asegúrate de realizar actividad física regular, lo que puede ayudar a reducir el estrés y estabilizar los niveles hormonales. Considera usar la crema para la menopausia para contrarrestar la disminución de progesterona y estrógeno durante la menopausia. Come lo más saludable posible.
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Manejo del estrés. Toma decisiones diferentes. Reduce el estrés mediante técnicas de relajación como yoga, meditación o ejercicios de respiración, ya que el estrés puede disminuir la producción de progesterona.
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Considera usar la crema para la menopausia. También ayuda a regular otras hormonas.
El Reloj de los Órganos y Problemas de Sueño
La medicina tradicional china cree en el reloj de los órganos, un concepto que describe el ciclo de 24 horas de la función de los órganos en nuestro cuerpo. Según el reloj de los órganos, hay momentos específicos en los que ciertos órganos están más activos. Esto puede explicar por qué te despiertas a horas específicas.
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Dificultad para conciliar el sueño: Puede estar relacionada con un desequilibrio de insulina o cortisol. Los niveles altos de cortisol pueden hacer que te sientas demasiado alerta por la noche.
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Despertar entre la 1 y las 3 a.m.: Este periodo está asociado con el hígado. El estrés y los niveles altos de cortisol pueden alterar la función hepática e interrumpir el sueño.
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Despertar entre las 3 y las 5 a.m.: Este tiempo está asociado con los pulmones. Puede estar relacionado con el estrés emocional y problemas respiratorios. Piensa también en la intolerancia a la histamina.
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Despertar entre las 5 y las 7 a.m.: Este tiempo está asociado con el intestino grueso. Puede indicar un problema con tu digestión y desintoxicación. Toma Berberina durante un tiempo para restablecer el equilibrio en tus intestinos.
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Micción frecuente: Esto puede indicar un problema con tus riñones o vejiga, y también puede ser causado por niveles elevados de cortisol o resistencia a la insulina.
Conclusión sobre el Mal Sueño y la Influencia de las Hormonas
Comprender la influencia de la insulina, el cortisol, la progesterona y el estrógeno en tu sueño puede ayudarte a realizar cambios específicos en tu estilo de vida. Manteniendo estables tus niveles de azúcar en sangre, controlando tus niveles de cortisol (estrés) y optimizando tu equilibrio hormonal, puedes mejorar significativamente la calidad de tu sueño. La crema para la menopausia puede ser una adición valiosa para equilibrar estas hormonas, lo que finalmente contribuye a un mejor sueño y una vida más saludable.
¡Duerme bien!